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El Samco Juan Milich, que en su momento estuvo al borde del colapso, quedó con un mínimo de pacientes. Consideran que la segunda ola está pasando, pero que duró más de lo esperado y deseado

El Samco Juan E. Milich de Villa Constitución, que llegó a tener 40 internados por coronavirus y hasta evaluó en su momento montar un hospital de campaña, pudo darse un respiro. Con dos pacientes en la unidad de terapia (de los 12 que puede alojar) sólo uno en el Módulo Covid y cuatro en la Unidad Febril Respiratoria este miércoles, las autoridades creen que lo peor pasó. Es más, empiezan a considerar parcialmente superada, desde la semana pasada, la segunda ola de la enfermedad en su vasta zona de influencia.

Sin embargo, no bajan los brazos. El vocero del hospital, Juan José Mendoza, aclaró que esta segunda ola “se extendió más de lo deseado en la zona”, y lanzó dos advertencias: una, que una tercera etapa crítica puede venir de la mano de una nueva cepa, y que la inmunidad rebaño se logrará “recién cuando tengamos el 80 por ciento de la población inoculada con las dos dosis de vacuna”, un objetivo que aún están lejos de alcanzar.

“Al día de hoy tenemos dos pacientes en terapia (específica), uno en el Módulo Covid-19, que es un sector intermedio, y cuatro en la llamada zona febril, donde va el paciente moderado que es evaluado para ver si permanece allí, si pasa al módulo o requiere de cuidados intensivos”, explicó el médico a La Capital. Todos son sectores de internación, pero de distinta complejidad. “El módulo Covid-19 es para pacientes intermedios que necesitan una vigilancia permanente, ahí usan oxígeno con bigotera, con máscara o lo que llamamos ventilación no invasiva. Cuando los casos se complejizan, el paciente pasa a terapia”, explicó Mendoza. Y aclaró: “Siempre es más lento el paso de un estado de mayor complejidad a uno menor, que al revés”. En otras palabras, se empeora rápido, se mejora mucho más despacio, por eso el hospital llegó a niveles de saturación.

Recuperar servicios
Ahora, y con este nuevo panorama, se disipa al menos momentáneamente el fantasma del hospital de campaña (“hubiese sido un problema muy grande”, reconoce el médico) y el Samco empieza a vislumbrar la recuperación de algunos servicios en su propio edificio. Es que, con la irrupción del coronavirus, había tenido que hacer cambios muy drásticos, como destinar los consultorios externos a la zona febril, dejar uno solo para algunas especialidades, y hacer un convenio con Arlpi para seguir la atención ambulatoria en otras instalaciones. “El hospital tuvo que reconvertirse. Llegamos a tener 40 pacientes internados en un día, con lo que tuvimos que ceder el servicio de obstetricia y pediatría para una nueva unidad febril”, recordó el vocero hospitalario.