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Vialidad Nacional sumó nuevos frentes de trabajo en la construcción de la Autopista de RN 33 entre Rufino y el acceso a San Eduardo. Bajo una inversión de $ 19.671 millones del Gobierno Nacional se ejecutan obras en la zona de Tarragona, Amenábar y en cercanías de Rufino. Continúa la liberación de traza con el pago de los terrenos a los frentistas.

En el marco de la transformación en autopista de la Ruta Nacional Nº 33 entre Rufino y el acceso a San Eduardo se profundizan las acciones en diferentes puntos de los 72 kilómetros comprendidos en el contrato. El incremento de los trabajos comprende el movimiento de suelo con el terraplenado de la nueva calzada y la construcción de los pilotes de los puentes en los intercambiadores de Tarragona y de Amenábar. En el caso de la variante de Tarragona, además de la base de las dos manos de la autopista por traza nueva, se sumaron dos frentes de obra en la zona de duplicación de la calzada, donde previamente fueron trasladados los alambrados gracias a la firma de los permisos con los propietarios. En este lugar ya se terminaron la base de los 32 pilotes correspondientes al puente del intercambiador.

Un nuevo sector con tareas se ubica en la zona cercana a Rufino, donde la doble vía adquiere la característica de autovía, con dos carriles por mano y banquina pavimentada, con muro divisor central. En este tramo se ejecuta un terraplén de avance con terraplenado a la par de la calzada actual. Por el movimiento de equipos, en especial de los camiones con tierra, se produce la reducción de un carril, con paso alternado de a una mano por vez coordinado por banderilleros durante los trabajos. Cabe recordar que este trayecto de diez kilómetros de autovía tendrá cuatro retornos a nivel, con acceso directo de los frentistas a la calzada principal.

Otro punto de la transformación de la RN 33 se ubica a la altura de Amenábar, donde ya se finalizaron las alcantarillas de cruce del nuevo intercambiador que vinculará la localidad con la autopista. Actualmente se realiza el pilotaje del puente que se ubica también en una variante de paso paralela a la actual traza. Se suman a estas tareas el terraplenado de las nuevas calzadas.

Estos avances en el movimiento de suelo fueron posibles gracias a la disponibilidad de una cantera de tierra adquirida por la contratista. Sin embargo, pese a la permanente búsqueda en la zona de Amenábar o Sancti Spiritu de otros yacimientos necesarios para abrir nuevos frentes de obra en sectores de traza liberada, hasta el momento la falta de disponibilidad de terrenos en venta para utilizarlos como cantera de suelo afecta la planificación de las obras.

Por otro lado, Vialidad Nacional continúa con las gestiones de liberación de la traza de la nueva autopista de RN 33. Junto con la mayor cantidad de planos de mensura se tramitan las cotizaciones de los terrenos por parte del Tribunal Nacional de Tasaciones. Estas acciones ya han tenido los primeros pagos a los propietarios que firmaron los convenios de avenimiento, que los favorece por su buena voluntad para con la obra con diez por ciento extra por encima de la tasación, establecida a valores de mercado.