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Mantuvieron una reunión virtual con integrantes de Ecología y reclamaron información sobre el estado de ejemplares. Según plantearon, “las constructoras no los reponen ”.

El lunes 2 de julio, concejalas y concejales de la comisión de Ecología y Medio Ambiente se reunieron con integrantes de distintas organizaciones ambientalistas que reclamaron mayor protección al arbolado urbano. Ante todo, cuestionaron la falta de control a las empresas constructoras porque extraen y no sustituyen ejemplares, y a la firma contratista municipal por realizar podas inadecuadas que perjudican a distintas especies.

La reunión virtual de la comisión de Ecología y Ambiente que se realizó el lunes 2 de agosto fue presidida por Mónica Ferrero, del bloque Socialista. La acompañaron con la misma modalidad María Luz Olazagoitía y Pedro Salinas, de Ciudad Futura-FSP; Carlos Cardozo y Alejandro Rosselló, de Juntos por el Cambio;

Al inicio, Pellegrini presentó a los integrantes de las distintas organizaciones que se acercaron a la comisión “preocupados y ocupados por el arbolado público de la ciudad” y los invitó a intervenir.

Silvia Estela, de Protegiendo nuestros árboles expresó: “Nos preocupa y nos ocupa la situación actual de las extracciones y talas indiscriminadas por parte de las empresas constructoras. Cuando hacemos un reclamo, quienes están a cargo nos dicen que tienen permiso. En las nuevas edificaciones ni siquiera construyen cazuelas para reponer los ejemplares que sacan”.

Luego dio algunos ejemplos como el ocurrido en La paz y Sarmiento, adonde “sacaron los árboles a la noche y los vecinos se despertaron con el ruido de las motosierras”.

La ambientalista preguntó “cómo es la gestión” que realizan estas empresas para lograr las autorizaciones y solicitó colaboración de edilas y ediles para proteger los árboles urbanos porque “son un patrimonio colectivo”. También apuntó que “en cada cuadra de la ciudad hay una edificio nuevo en los que se ve que se sacan árboles que no vuelven a reponer, algo que es denunciado de manera constante por los vecinos».

Yessica Citta Giordano integra un movimiento de vecinos autoconvocados que luchan por la protección del arbolado. Además de referirse a la importancia que tienen las diversas especies y ejemplares plantados en la trama urbana, denunció “el follaje mal podado que es habitual y que puede producir la muerte del árbol». A modo de ejemplo, mencionó «los tilos del Paseo del Siglo, adonde se observa un exceso de poda de hasta dos o tres veces en el año”.

Según explicó, “la poda no debe ser mayor a un 10 o 20 por ciento por ejemplar y en algunos casos se está sacando un 60 por ciento del folalje”. Con respecto a la técnica utilizada cuestionó a “la fatídica forma de cola de león que los debilita”.

En su exposición señaló que “lo peor es que esto no cesa y estas podas están avaladas” por el municipio. Además, reclamó la ausencia de censos de arbolado público ya que los últimos realizados fueron en 2012 y 2015.

“¿Qué vamos a hacer con ese eslogan de Rosario verde con un millón de árboles?”, preguntó y consideró que se trata de un tema crucial y «es urgente una planificación estratégica en un momento paradigmático e relación al cambio climático con “ un índice de no retorno”.

Propuestas de gestión

A continuación, Julieta Bernabé, propuso que para los finales de obras de las empresas constructoras se exija la reposición de los árboles extraídos durante la obra de edificación como requisito para regularizar.

A nivel normativo, planteó que se incluya un tiempo limitado para las reposiciones de los ejemplares extraídos, es decir, un plazo máximo . “Un árbol es un ser vivo, no un elemento decorativo del mobiliario urbano”, cuestionó.

Por su parte, Ivu Peruggio, de Mundo Aparte, también se refirió al cambio climático, la bajante extrema del río Paraná y al “ecocidio que significa la quema en las islas” ubicadas frente a Rosario.

“Hoy más que nunca debemos remarcar la importancia de proteger el arbolado público”, señaló y planteó que en el actual contexto, la fauna también corre peligro porque, ante la ausencia de árboles, las aves –algunas que migran a la ciudad de la región insular– no tienen donde reposar.

“No nos podemos darnos el lujo de seguir desprotegiendo los árboles que deben ser considerados un patrimonio vivo y colectivo”, dijo y cuestionó a “la empresa Mantelectric que siempre gana las licitaciones de la Municipalidad y es la que realiza podas indiscriminadas”.

En su intervención, propuso que se confeccione un registro público y virtual de fácil acceso para que los vecinos puedan consultar con información actualizada sobre el estado del arbolado, extracciones, podas, además del estado de los ejemplares de toda la ciudad”.

“En el centro hay cuadras enteras sin un árbol como es el caso de calle Mendoza”, criticó y propuso que la Municipalidad realice entregas de árboles nativos a vecinas y vecinas. Como ejemplo, citó a la campaña que todos los años realiza Mundo Aparte, en coincidencia con el Día de la Tierra. “La gente quiere árboles nativos y cada 22 de abril, tenemos colas de más de 1.500 familias para que les entreguemos ejemplares”, recordó.

También hicieron uso de la palabra Sofía López, Natalia Espíndola, de Protegiendo Nuestros árboles, y Cintia Pendino, del Colectivo Amaranto.

En el cierre, Ferrero les agradeció la participación y se comprometió a estudiar las propuestas planteadas, además de trasladar los reclamos.

Olazagoitía mencionó el pedido de informes que las organizaciones ambientalistas presentaron al Departamento Ejecutivo y que desde su bloque plasmaron a través de un proyecto legislativo que se encuentra en tratamiento en la comisión.

Hacia al final, la presidenta puso en consideración cuatro estudios fitosanitarios que obtuvieron despacho.