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Desde la multisectorial Paren de Fumigarnos solicitaron «madurez y humanidad» a los senadores y al Ejecutivo provincial.

«Es un avance pero la salud no puede esperar» remarca un escrito presentado por la multisectorial Paren de Fumigarnos, para reclamar al Ejecutivo provincial y a los senadores que aborden el proyecto de modificación a la ley de agroquímicos 11.273, que regula el uso y comercialización de químicos agrarios en el territorio provincial. Desde la organización reclamaron un gesto de «madurez y humanidad» por parte de los senadores santafesinos para que promulguen la ley y al gobernador de la provincia que envíe la normativa a sesión extraordinaria para que se convierta en ley inmediatamente.

La iniciativa, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados pertenece a los diputados Santiago Mascheroni (UCR) y Gabriel Real (PDP-FPCyS), es considerada de equilibrio frente a los otros dos que también se debatían. Uno, el más permisivo y de mayor aceptación de parte del sector agropecuario, era el presentado por la socialista y productora agropecuaria, Inés Bertero y el restante por Carlos Del Frade (FSyP), era el más restrictivo ya que establecía la prohibición total de las aspersiones aéreas y el que más adhesiones cosechó de parte de las víctimas de los pueblos fumigados y organizaciones ambientalistas.

El proyecto de Macheroni fue tratado sobre tablas y aprobado por 32 votos afirmativos contra 8 negativos y una abstención y tomó por sorpresa a los representantes del sector productivo y, aunque no conforma en su totalidad, recibió la aceptación por parte de quienes reclaman que se aleje la aplicación de venenos de las áreas pobladas y fuentes de agua. A grandes rasgos, el mismo establece una distancia mínima de mil metros para las aplicaciones terrestres y cinco mil para las aéreas, pero para que esto se concrete debe completar el camino de convertirse en ley con el tratamiento y la aprobación en la Cámara de Senadores.

Por esa razón, la multisectorial salió ahora a exigir a las autoridades legislativas y al mismo Ejecutivo provincial que se aborde la problemática con la seriedad que el tema merece frente a las innumerables afecciones que denuncian a diario los habitantes de las poblaciones rurales. «Los pueblos fumigados hace décadas que venimos luchando de diversas formas por leyes que protejan nuestra salud, de las fumigaciones y de los diversos tipos de agresiones por parte de este modelo de producción agrícola químico dependiente», denuncia el comunicado y advierte que «en Santa Fe sufrimos numerosos reveses a través de los años. Mientras tanto enfermamos y morimos prematuramente, con índices que duplican o triplican las medias nacionales. Perdemos calidad de vida, las niñas y los niños padecen enfermedades impensadas en otro tiempo, se multiplican los abortos espontáneos, los nacimientos prematuros y malformaciones, entre otras dolencias».

Las organizaciones también mencionaron otros impactos del modelo agroindustrial basado en transgénicos y agrotóxicos «como las inundaciones, la expulsión de trabajadores del campo, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de la tierra, el aire y el agua».