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El Secretario General de ATE y Adjunto de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, se refirió a las respuestas que viene dando el Gobierno Nacional ante la pandemia del COVID19. “El Gobierno ha actuado con buenos reflejos”, valoró. En paralelo, destacó la necesidad de profundizar las medidas adoptadas.

“La respuesta del presidente de la Nación, tomando en sus manos la comunicación con la sociedad, junto a representantes de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de distinto signo político, demostró un criterio de unidad nacional para enfrentar la crisis”, expresó el dirigente.

Además, remarcó que Alberto Fernández aliente “la solidaridad en la población, transmita serenidad y, sobre todo, reinstale la importancia de un Estado fuerte, con protagonismo para enfrentar esta situación de emergencia, con medidas que atienden a los sectores más afectados que son las y los trabajadores precarizados”.

No obstante, y ante un escenario de crisis global, indicó: “Es evidente que la idea de que la economía se reactiva con una balanza comercial favorable, cuando el valor de los commodities cae y la recesión se agudiza a nivel mundial, no es la salida”. “La salida es la reactivación fuerte del mercado interno y eso requiere una intervención aún más fuerte por parte del Estado”, señaló.

En ese sentido, evaluó que las medidas destinadas a jubilados, AUH y programas sociales, así como los aportes para el financiamiento para Pymes y para la reactivación de la obra pública “son medidas que van en buena dirección”. Pero, aclaró, “quedan aspectos a revisar”.

En primer lugar, “hay 2 millones y medios de pibes y pibas que no perciben la AUH y de ellos, una gran mayoría son hijos de los trabajadores estatales de las provincias y municipios”. “Se trata, además, de trabajadores que tienen salarios, no por debajo del salario mínimo, sino por debajo de la jubilación mínima, y con asignaciones por hijo muy bajas”, advirtió Godoy.

“Otra situación a la que hay que prestarle atención es la de las jubiladas y jubilados que cobran entre 18 y 19 mil pesos, y que no son alcanzados por la bonificación”, añadió.

“Por eso, desde la CTA-A insistimos en que este el momento para dar un shock distributivo que reactive la demanda interna, con medidas como la universalización de la AUH y la elevación de las jubilaciones en función de un salario mínimo, que necesariamente debe ser universal”, apuntó.

Por último, destacó la labor de los trabajadores y trabajadoras de la Salud, como los científicos del Instituto Malbrán, y de la Educación que atienden las crisis alimentaria y los comedores escolares, y llamó a que su esfuerzo reciba un reconocimiento económico.

“No sabemos cuánto va a durar esto pero sí sabemos que va a tener consecuencias económicas y sociales que requieren Estado activo y presente, y que abra espacios de participación a la comunidad”, finalizó el dirigente de ATE y CTA-A.